[Heridas de puñalada en la mano]

Las heridas de puñalada en la mano no deben descartarse a la ligera como algo insignificante. Es muy posible que se destruyan estructuras profundas subyacentes aunque la lesión sea muy pequeña, apenas visible y, por tanto, parezca insignificante. De hecho, este tipo de lesiones son fácilmente pasadas por alto, sobre todo por el propio paciente y, posiblemente, también por una enfermera o un examinador sin experiencia. Las consecuencias más graves pueden derivarse de las lesiones completas e incompletas no diagnosticadas de tendones y nervios. Los autores subrayan la importancia de prestar mucha atención a las lesiones completas o parciales de los tendones y nervios extensores. En la medida de lo posible, éstas deben ser atendidas inmediatamente. Los autores hacen especial hincapié en las lesiones completas o parciales en la región de las articulaciones interfalángicas proximales, que implican el riesgo de una típica deformidad en forma de «ojal». Entre las secuelas típicas de una lesión por arma blanca se encuentran las lesiones de los nervios de los dedos, así como de los tendones flexores y extensores, además del peligro general de infección. Mientras que las lesiones de los tendones extensores no suponen grandes exigencias para la habilidad del cirujano, las lesiones de los tendones y los nervios de la región flexora son del dominio del cirujano de la mano.

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