La arteriosclerosis es la enfermedad de las arterias que consiste en la pérdida de su elasticidad, convirtiéndose en vasos sanguíneos más gruesos y rígidos, restringiendo el flujo de sangre (y por tanto de oxígeno y nutrientes) a los órganos y a los tejidos. Los factores de riesgo cardiovascular influyen enormemente en la aparición de este trastorno, que es muy frecuente en la población adulta. Aunque la arteriosclerosis se inicia ya en la infancia con la formación de las estrías grasas como lesiones iniciales, que se irán transformando a lo largo de la vida con la acción de los factores de riesgo.
Al verse lesionada la pared de un vaso sanguíneo, se ponen en marcha una serie de acontecimientos que conducen a la acumulación de unas células sanguíneas encargadas de taponar la lesión, conocidas como plaquetas. La agrupación de las plaquetas, a su vez, favorece el depósito de grasa (colesterol) en las paredes de los vasos. De esta manera, se forman las llamadas placas de ateroma que provocan que las arterias se estrechen progresivamente.
La consecuencia de todo esto es que la circulación sanguínea quede reducida de forma importante y, por lo tanto, exista un déficit en el aporte sanguíneo a los órganos y tejidos del cuerpo humano, que no reciben los nutrientes necesarios. En otras palabras, este hecho provoca las llamadas enfermedades cardiovasculares, como son la cardiopatía isquémica, la enfermedad cerebrovascular (ictus), la enfermedad arterial periférica y los aneurismas de aorta. Este problema supone alrededor de 17 millones de muertes anuales en el mundo, lo que representa aproximadamente una tercera parte de los fallecimientos a nivel global.
Diferencias entre aterosclerosis y arteriosclerosis
En muchas ocasiones se usan indistintamente los términos aterosclerosis y arteriosclerosis para hablar de lo mismo. Si bien la distinción entre las dos formas de nominación no está muy clara, conviene saber que como arteriosclerosis se conoce al engrosamiento y endurecimiento de la pared arterial, mientras que la aterosclerosis es un subtipo de arteriosclerosis, y se refiere a la acumulación de depósitos grasos, de colesterol y otras sustancias en el interior de los vasos sanguíneos, sobre las paredes arteriales, restringiendo así el flujo sanguíneo.
Las placas pueden llegar a calcificarse, romperse y ulcerarse. Cuando ese contenido de las placas entra en contacto con la sangre puede ocasionar un coágulo sanguíneo o trombo, que puede llegar a obstruir el interior de la arteria, impidiendo el riego sanguíneo a la zona del corazón dependiente de dicha arteria.
Aunque se considera un problema cardíaco también puyede afectar a cualquier arteria del cuerpo (piernas, pies, brazos, pelvis), generando dolor, ardor o adormecimiento en la zona, incluso infecciones, un problema conocido como arteriopatía periférica, que afecta especialmente a los mayores de 55 años.