CA 125: el pasado y el futuro

En los últimos 15 años, se han realizado avances sustanciales en la comprensión del potencial y las limitaciones del ensayo de CA 125. Se han publicado más de 2000 artículos sobre estudios clínicos y de laboratorio del CA 125. El ensayo original del CA 125 utilizaba el anticuerpo OC 125 que reconoce el epítopo del CA 125 en una glicoproteína de alto peso molecular. A pesar de los repetidos intentos, todavía no se ha clonado el gen que codifica el componente peptídico. Se han criado anticuerpos monoclonales contra otros epítopos expresados por esta molécula, lo que ha llevado al desarrollo del ensayo CA 125-II, que presenta menos variación diaria. Utilizando cualquiera de los dos ensayos, se detectan niveles elevados de CA 125 en una serie de enfermedades benignas, incluida la endometriosis. El CA 125 se eleva de forma más consistente en el cáncer de ovario epitelial, pero puede expresarse en una serie de cánceres ginecológicos (endometrio, trompa de Falopio) y no ginecológicos (páncreas, mama, colon y pulmón). La aplicación mejor establecida del ensayo de CA 125 es el seguimiento del cáncer de ovario. La tasa de disminución del CA 125 durante la quimioterapia primaria ha sido un importante factor pronóstico independiente en varios análisis multivariantes. La elevación persistente del CA 125 en el momento de un procedimiento de vigilancia quirúrgica de segunda mirada predice la enfermedad residual con una especificidad de > 95%. El aumento de los valores de CA 125 ha precedido a la detección clínica de la enfermedad recurrente en al menos 3 meses en la mayoría de los estudios, pero no en todos. Dada la modesta actividad de la quimioterapia de rescate, esta información no ha repercutido todavía en la supervivencia. El aumento del CA 125 durante la quimioterapia posterior se ha asociado con la enfermedad progresiva en más del 90% de los casos. El CA 125 puede servir como un eficaz marcador sustitutivo de la respuesta clínica en los ensayos de fase II de nuevos fármacos. Los niveles de CA 125 pueden ayudar a distinguir las masas pélvicas malignas de las benignas, permitiendo una selección eficaz de las pacientes para la cirugía primaria. La detección precoz del cáncer de ovario sigue siendo la aplicación más prometedora del CA 125. Se ha desarrollado un algoritmo que estima el riesgo de cáncer de ovario (ROC) basado en el nivel y la tendencia de los valores de CA 125. Se ha iniciado un importante ensayo que utiliza el algoritmo ROC para activar la ecografía transvaginal y/o la laparotomía posterior. Este ensayo podría demostrar una mejora de la supervivencia gracias a la detección precoz. Esta estrategia debería proporcionar una especificidad adecuada, pero la sensibilidad para la enfermedad en fase inicial puede no ser óptima. En el futuro, podría mejorarse la sensibilidad utilizando marcadores múltiples y análisis de redes neuronales. La mayoría de los marcadores tumorales séricos han sido proteínas o hidratos de carbono, pero los marcadores lipídicos, como el ácido lisofosfatídico, merecen ser evaluados. Las tecnologías genómicas y proteonómicas deberían identificar nuevos marcadores adicionales.

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