Definiciones: El miocardio aturdido es el miocardio viable salvado por la reperfusión coronaria que presenta una disfunción postisquémica prolongada tras la reperfusión. El miocardio hibernado es el miocardio isquémico suministrado por una arteria coronaria estrechada en el que las células isquémicas siguen siendo viables pero la contracción está crónicamente deprimida.
Evidencia clínica: El miocardio aturdido se ha identificado en los siguientes grupos de pacientes: (1) trombólisis o angiografía coronaria transluminal percutánea (ACTP) en pacientes con infarto agudo en evolución; (2) angina inestable; (3) angina inducida por el ejercicio; (4) espasmo de la arteria coronaria; (5) agregación plaquetaria o trombosis transitoria de una arteria coronaria; (6) ACTP por isquemia miocárdica crónica; y (7) inmediatamente después de un injerto de derivación de la arteria coronaria (CABG). En el paciente con estenosis arterial coronaria grave se encuentran evidencias de miocardio hibernado (disfunción del VI), incluso en pacientes asintomáticos en reposo. El miocardio aturdido vuelve a la normalidad tras un periodo de tiempo prolongado (de horas a semanas). El miocardio hibernado vuelve a la función normal con bastante rapidez si se elimina la causa.
Diferenciación: El miocardio aturdido puede diferenciarse del miocardio hibernante por tres parámetros clínicos, a saber, el movimiento de la pared del VI, la perfusión miocárdica y el metabolismo miocárdico. El miocardio aturdido tiene un movimiento anormal de la pared que tiende a normalizarse en respuesta a los inótropos y a la potenciación postextrasistólica. La perfusión es adecuada y el metabolismo también. El miocardio en hibernación también presenta un movimiento anormal de la pared, que se normaliza tras la administración de nitratos, inótropos, potenciación postextrasistólica (PESP), ACTP o CABG. La perfusión miocárdica está reducida pero puede revertirse con ACTP o CABG y el metabolismo es adecuado.