La identidad de la madre de Leonardo ha estado hasta ahora rodeada de misterio. Pero un próximo libro del profesor Martin Kemp, catedrático emérito de Historia del Arte en el Trinity College y la Universidad de Oxford, la ha identificado como la huérfana de 15 años Caterina di Meo Lippi, que dio a luz a Leonardo el 15 de abril de 1452.
Mona Lisa: The People and the Painting, por el profesor Martin Kemp FBA y el doctor Giuseppe Pallanti, será publicado por Oxford University Press el 8 de junio de 2017.
Ha habido muchas teorías sobre la identidad de la madre de Leonardo, entre ellas que era una esclava de ascendencia oriental a la que se le dio el nombre de Caterina.
Las nuevas investigaciones realizadas en los archivos de Vinci demuestran que en 1451, en una granja situada a menos de una milla de Vinci, vivía Caterina di Meo Lippi, de 15 años de edad, lo que arroja por primera vez luz sobre el árbol genealógico materno de Leonardo.
Caterina vivía con su hermano pequeño Papo; habían perdido a sus padres, y su abuela los había llevado recientemente a vivir a su casa en la aldea de Mattoni. Pobre, vulnerable y sin perspectivas, quedó embarazada de Ser Piero da Vinci durante una de las visitas del ambicioso joven abogado a su ciudad natal en julio de 1451. Ser Piero estaba entonces forjando una carrera de gran éxito en Florencia.
Una intrincada red de pruebas apoya la identificación de Caterina di Meo Lippi como la madre de Leonardo, incluyendo la declaración de impuestos de Antonio da Vinci del 28 de febrero de 1458 que afirma que Leonardo, su nieto de cinco años, vivía con él.
El nuevo libro, Mona Lisa: The People and the Painting, cuenta la verdadera historia de la Mona Lisa utilizando información de archivo no descubierta anteriormente sobre las familias tanto de Leonardo da Vinci como de Lisa del Giocondo, el sujeto del retrato. Los detalles recién documentados relativos a las vidas de los participantes permiten a los autores fundamentar la Mona Lisa en la realidad, y desarrollar una nueva teoría de la Mona Lisa como «cuadro universal».
El profesor Kemp dice que el libro pretende demostrar que el retrato de Lisa del Giocondo fue producto de personas reales con vidas ordinarias.
«Leonardo hacía cosas extraordinarias, pero el contexto que dio lugar al retrato no estaba menos integrado en el quehacer diario de la vida en la Florencia del Renacimiento que cuando el marido de Lisa, Francesco del Giocondo, importaba cuero de Irlanda», dijo.
«A partir de estas circunstancias humanas podemos ver que lo que comenzó como un retrato asume la apariencia de un ‘cuadro universal’, en el que Leonardo se esforzó por su reconstrucción definitiva de los mundos humano y natural a través de su imaginación.
«Por encima de todo, cortamos las suposiciones y los mitos para mostrar que el retrato es un producto de personas reales con vidas ordinarias. Intentamos devolver el sentido de la realidad a la creación del retrato de Lisa del Giocondo».