Nuestra respuesta
El jerez amontillado, el marsala seco y el vermut rojo son vinos fortificados. Los vinos fortificados tienen un mayor contenido de alcohol que el vino normal y, por lo tanto, se conservan durante mucho más tiempo que un vino normal. Por eso son muy útiles para cocinar, ya que una botella abierta puede conservarse durante varios meses, siempre que se mantenga bien cerrada y en condiciones frescas, secas y oscuras. Un chorrito de vino fortificado puede añadir profundidad de sabor a un plato o una salsa.
La elección del vino fortificado dependerá, en cierta medida, de lo que usted prefiera. Los vinos de Jerez tienden a tener una nota ligeramente tostada y de levadura que puede aparecer en algunos platos y puede significar que el jerez no es la primera opción si tiene un espacio limitado. El vermut rojo también está «aromatizado», por lo que se le han añadido hierbas y especias que pueden afectar al sabor. Nosotros nos inclinaríamos por el marsala seco, ya que es probablemente el más neutro en sabor y, por tanto, la opción más versátil. Tiene una nota ligeramente acaramelada que combina con muchas salsas. El marsala seco (secco) no es tan fácil de encontrar como el dulce (dolce), pero merece la pena buscarlo. El marsala dulce se utiliza a menudo en los postres, pero puede utilizar el marsala seco más un poco de azúcar adicional.