Los funcionarios argumentaron, sin embargo, que el Departamento de Policía reconocería que la ley estaba destinada a eliminar a los mendigos conflictivos que se niegan a aceptar un no por respuesta y que no tendría ningún impacto en las personas que mendigan o solicitan educadamente y sin pretensiones desde una esquina de la calle.
«Esta es una ley razonable y aplicable para proteger a la mayoría del público», dijo el Sr. Safir. «No creo que nadie tenga que temer que esta ley se interprete de forma opresiva».
El Sr. Giuliani dijo que las nuevas restricciones eran «todas muy, muy buenas ideas». Dijo que su administración ya ha hecho mucho para librar las aceras de la ciudad de mendigos intimidantes. «Ha habido un cambio muy grande en esa zona», dijo, «y la calidad de vida ha mejorado, pero sigue siendo algo que me preocupa mucho».
El proyecto de ley fue redactado por el gobierno de Giuliani; combinaba leyes separadas presentadas en 1994 por los concejales John D. Sabini, de Queens, y Andrew S. Eristoff, de Manhattan. Las leyes ya prohíben la mendicidad y la venta ambulante en el metro, aunque en los últimos meses rara vez se han aplicado. Han sobrevivido a impugnaciones legales alegando que la mendicidad es intrusiva y coercitiva debido al espacio cerrado.
Los defensores de los sin techo dijeron que les preocupaba que la nueva ley se utilizara principalmente contra los sin techo, aunque un porcentaje muy pequeño mendigue activamente en las calles.
Mary Brosnahan, directora ejecutiva de la Coalición para los Sin Techo, dijo que la nueva ley era innecesaria porque la policía había utilizado eficazmente las leyes existentes para restringir la mendicidad agresiva y para empujar a muchos sin techo a las afueras de la ciudad, donde rara vez se les ve. Dijo que temía que la ley se utilizara para castigar a los mendigos «cuyo único delito es ser pobre y pedir dinero»
«Esto no eliminará la mendicidad», añadió. «Sólo los trasladará a zonas de la ciudad donde no serán acosados por la policía»
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