Después de mucha incertidumbre y relativa tranquilidad, se ha anunciado un calendario actualizado para el Conector Brooklyn-Queens (tranvía BQX) que conectaría 11 millas de Brooklyn y Queens. La Corporación de Desarrollo Económico de la ciudad y el Departamento de Transporte han lanzado una nueva página web en la que se detalla el tranvía propuesto, junto con informes anteriores y nuevos, que iría desde Red Hook hasta Astoria y conectaría 13 líneas de metro y 30 rutas de autobús.
El equipo del BQX propone realizar al menos cinco presentaciones en la junta comunitaria y un mínimo de cinco talleres este invierno, y tiene la intención de recoger la opinión pública sobre el proyecto de 2.700 millones de dólares a través de la nueva página web y participar en la divulgación sobre el terreno. Habrá audiencias públicas y recogida de comentarios en mayo y junio, seguidas de un proyecto de declaración de impacto ambiental en la primavera del año que viene, y la versión final se publicará en otoño de 2021 tras los comentarios del público. Al parecer, se estudiarán opciones alternativas a la línea de metro ligero (en la página web se pone como ejemplo un carril exclusivo para autobuses). Actualmente, la ciudad pretende inaugurar la línea en 2029.
Si todo va según lo previsto, la ciudad buscará entonces financiación federal (hasta 1.000 millones de dólares según informes anteriores) y emprenderá una revisión del uso del suelo, obtendrá las aprobaciones necesarias y seleccionará a los diseñadores, contratistas y empresas que se encargarán del BQX. La financiación ha sido un gran obstáculo para el tranvía. El gobierno federal no se ha mostrado ciertamente generoso con los proyectos de infraestructuras en los últimos tiempos, especialmente en las zonas que la actual administración considera contrarias. Aunque se sugirió que Amazon (que iba a recibir casi 3.000 millones de dólares en subvenciones, exenciones fiscales e incentivos) podría haber pagado parte de la factura cuando había planeado construir su HQ2 en Long Island City, esa opción está obviamente descartada. Muchos miembros del Ayuntamiento han cuestionado el precio en relación con el número de pasajeros previsto para el tranvía y la desesperada necesidad de mejorar las opciones de transporte en otros lugares. Sin embargo, el alcalde Bill de Blasio sigue defendiendo el proyecto.